Una pareja de médicos sin hijos compró este ático dúplex
de 210 m² en Icaraí (municipio de Niterói, RJ) poco después de su boda y encargaron a la arquitecta
Amanda Miranda – de
CASACOR Rio – renovar el primer piso, que tiene
150 m² .
“Me pidieron varias cosas. En primer lugar, la
decoración era predominantemente blanca , con algunos elementos clásicos. Para lograrlo utilizamos
acabados de madera clara y poco color en los ambientes, pero en tonos suaves”, afirma el arquitecto.
Otro deseo de la pareja era tener una
cocina integrada con el
salón (que en el plan original estaban separados) y sustituir la escalera existente. Finalmente, también pidieron modernizar y ampliar la barbacoa en el balcón cubierto para recibir mejor a los amigos, incluyendo una mesa auxiliar para las comidas en el espacio, con una pequeña zona para sentarse al lado.
Para que la lista de solicitudes fuera viable, Amanda dice que tuvo que realizar algunas intervenciones importantes en el plano de la propiedad. Anteriormente aislada, la cocina, por ejemplo, se integró al salón y en su lado que da
al balcón se ganaron puertas correderas de carpintería metálica y cristal transparente , también para favorecer la integración de los espacios.
Cambiar la posición de la escalera hacia la pared opuesta, donde hoy se encuentra el comedor, fue fundamental para que el arquitecto rediseñara la nueva
distribución de los espacios.
Según el arquitecto, el proyecto se inspiró en
la arquitectura de interiores que mezcla elementos clásicos con un ambiente mediterráneo y estilo boho , dando como resultado ambientes neutros, luminosos e iluminados.
Los
elementos de madera y fibras naturales cumplieron la función de hacerlos más acogedores. «En cuanto a la decoración, todo es nuevo. No se utilizó nada de la dirección anterior”, informa Amanda.
En la
paleta de colores , el arquitecto destaca la
encimera de la cocina porcelánica con sutiles vetas en tonos grises . Para contrastar con los gabinetes blancos de la cocina y del balcón gourmet, el arquitecto utilizó gres porcelánico que imita la madera de roble en el piso de todo el departamento con la intención de “calentar” los espacios.
Los colores entran puntualmente en la decoración, especialmente en las pequeñas decoraciones en
verde agua y tonos tierra . Para evocar el estilo boho también se utilizaron algunos elementos de paja natural y madera.
En el área social, la arquitecta destaca el
amplio banco debajo de la escalera (diseñado por ella y realizado en carpintería), que sirve como mesa de comedor y además cuenta con cajones debajo del asiento para almacenaje. Y, también, el
rincón de lectura instalado junto a la ventana del salón con TV , decorado con plantas, lámpara de pie, estanterías laterales y persianas de madera pintadas de blanco.
En el balcón gourmet, Amanda resalta el estilo ligeramente clásico replicado de la cocina y la
mesa alta del comedor, que es una extensión de la encimera de porcelanato de la cocina . Fíjate como hay un estrecho hueco entre ellas para encajar las puertas correderas con marcos blancos y cristal transparente, que permiten integrar o aislar los dos espacios, según la necesidad.
“Nuestro mayor desafío en este proyecto fue unir suavemente la cocina con la sala de estar, ya que entre ellos había un pilar que no se podía quitar”, concluye Amanda.