Ubicada en
Praia do Forte (BA), esta
residencia tiene
580 m² distribuidos en dos plantas y sótano. El proyecto firmado por la firma
Sidney Quintela Arquitectura – de
CASACOR Bahía – fue creado para un matrimonio joven con dos hijos que buscaba un refugio donde reunir a familiares y amigos los fines de semana y días festivos.
"Los clientes tenían un amplio programa de necesidades, ya que querían que la casa pudiera albergar a la mayor cantidad de familiares y amigos posible. También querían muchos espacios de ocio para satisfacer las preferencias de todos.
Aunque eran dos lotes, el gran desafío fue implementar la casa en sólo uno de ellos, dejando el otro libre para la construcción de una segunda casa en el futuro ”, explica el despacho.
La implementación fue diseñada para aprovechar al máximo la iluminación y ventilación natural en todos los ambientes. En la planta baja, además de las áreas sociales, se propusieron dos
suites para huéspedes: una con total accesibilidad para recibir a amigos y familiares con dificultades de movilidad, la otra que funciona como oficina reversible y cumple la función de apoyar el trabajo remoto de la familia durante estancias largas.
En la sala de doble altura destaca el jardín interno que alberga y esconde el televisor.
Las puertas pivotantes, junto con los grandes marcos de las ventanas, permiten una permeabilidad visual total con el entorno exterior, incorporando el paisaje circundante al espacio. Para aprovechar mejor la tasa de ocupación de las áreas sociales en la planta baja, se destinaron en el sótano el garaje, las áreas de servicio y las áreas técnicas. En la planta alta se encuentran cuatro amplias suites, incluida la principal con vista privilegiada al área de ocio de la casa, closet y baños individuales para la pareja.
Para las fachadas, la propuesta fue utilizar tonos tierra que imitan los colores de la naturaleza circundante.
La madera es el material predominante y aparece en los grandes marcos, la pérgola y los paneles decorativos de las fachadas. Para el mobiliario de la zona exterior, colores vibrantes como el verde y el naranja contrastan con las tonalidades más sobrias de la casa y aportan personalidad a las zonas de ocio. En las zonas interiores, los tonos claros y grises aportan sensación de amplitud y luminosidad.
Todos los ambientes del proyecto cuentan con iluminación natural, así como ventilación cruzada natural, brindando mayor confort térmico y reduciendo el consumo eléctrico. Además, en el tejado se colocaron suficientes paneles fotovoltaicos para generar toda la energía eléctrica necesaria para alimentar los equipos de la casa.