Cerca de la popular playa de Canoa Quebrada se encuentra la comunidad de Cumbe, en Aracati, Ceará, que alberga a más de 100 familias quilombos restantes. Fue pensando en este grupo que el arquitecto minero Bernardo Horta creó módulos habitacionales que apuntan a ayudar al desarrollo local, además de recuperar las tradiciones y valores culturales de una población históricamente marginada. Según el arquitecto, “la premisa de la propuesta es contribuir al desarrollo de la comunidad Cumbe y rescatar las características y tradiciones de este pueblo”.
La estructura es prefabricada con el fin de reducir costos de construcción, además de evitar problemas causados por la humedad del suelo. "La flexibilidad del diseño propuesto contribuye a reducir el coste de posibles renovaciones y abarca una diversidad de usos y apropiaciones del espacio sin necesidad de grandes intervenciones". Para los cimientos, neumáticos reciclados y hormigonados sirven para aislar la humedad. Y para el cierre se utilizó el método tradicional de bahareque (mezcla de arcilla, arena y paja). Los cercos delanteros y traseros se diseñaron con opciones como muxarabis, paja tejida, persianas o listones de madera, mampara de paja, laberinto, etc. El bungalow (20 m²) consta de porche de acceso y descanso, amplio dormitorio con zona para TV, mueble y/o mesa de estudio, zona de lavandería o pequeña cocina y baño con ducha. Las grandes puertas y ventanas aseguran la ventilación cruzada y crean un pasillo luminoso. “Otro concepto importante del proyecto fue fomentar la vida comunitaria, la idea de una arquitectura abierta permite diversas apropiaciones del espacio público y semipúblico, asegurando la socialización entre los residentes y aumentando los vínculos vecinales a través de las grandes áreas de balcones”, revela el arquitecto. [hoja informativa]